A meses del cambio de mando del actual gobierno de derecha, bajo el eslogan “arriba los corazones porque se vienen tiempos mejores”, desde antes de su gestación hasta hoy ha sido un proyecto completamente fracasado.
Lo que se menciona aquí no es antojadizo. Mencionemos algunos fracasos:
1) Las fallas políticas comunicacionales, como los dichos de Gerardo Varela (ex ministro de Educación) y Mauricio Rojas (ex ministro de las Culturas) abrieron heridas que históricamente han estado en lo más profundo de la memoria y las necesidades de los chilenos: la precarización en la Educación y el encubrimiento de la violaciones a los derechos humanos, respectivamente.
2) Casos de no transparencia que aún siguen latentes, como las acusaciones contra el actual Subsecretario de Redes Asistenciales Luis Castillo sobre el encubrimiento de información dentro de la investigación por el asesinato del expresidente Eduardo Frei Montalva, hechos que socavan los Derechos Humanos y la transparencia que las instituciones públicas deben tener al momento de cooperar con las investigaciones.
3) Proyectos de ley fracasados, como el “Estatuto Joven”, que buscaba favorecer al empresariado a costa de precarizar y sobreexplotar a los jóvenes trabajadores, limitándoles la posibilidad de realizar estudios paralelos a sus actividades laborales y arrebatándoles derechos básicos.
4) Licitaciones de parques nacionales como el de Radal Siete Tazas de la Región del Maule, disfrazándola con un supuesto interés por el desarrollo turístico de la zona y cuidado del ecosistema. Claramente esta iniciativa esta enfocada en favorecer a quienes se interesan por las riquezas que en dicho lugar pueden explotar y favorecer al empresariado.
5) Incitaciones violentas como la militarización de la Región de la Araucanía, cual es una completa provocación e incrementa la violencia que estigmatiza a las comunidades mapuche. El Presidente no tan solo les falla, sino que, peor aún, los provoca sin sentido alguno.
6) El cierre de una gran cantidad de empresas ha generado una tremenda cantidad de desempleados en los últimos meses. El empresario Presidente reincide nuevamente en el incumplimiento de sus propios compromisos de asegurar el trabajo y bajar las tasas de desempleo en nuestro país.
7) Proyectos tramposos como la llamada “modernización tributaria” que busca transformar la reforma de la presidenta Michelle Bachelet, claramente diseñado para instalar ciertas trampas silenciosas en el sistema tributario que favorezcan a los empresarios y debiliten la sindicalización.
En resumen, estos errores políticos, comunicacionales y económicos, adicionalmente la falta de unidad entre los actores oficialistas, deja en evidencia el rotundo fracaso del gobierno de Sebastián Piñera y, más aún, dichos problemas mencionados destapan sus verdaderas intenciones: privatizar, desestimas, ocultar, empatar, ejercer control violento, etc.
El descontento, la inseguridad, la desocupación, la falta de oportunidades, las heridas incurables, entre otros fenómenos son los que el gobierno no ha podido y no podrá soportar durante los años restantes. Si en algún momento hubo “tiempos mejores” fue solo para algunos pocos que dominan el país y no para toda la ciudadanía necesitada de justicia y equidad, de seguridad y calidad de vida. “Los tiempos mejores” solo incrementan la desigualdad entre las personas y precariza a los más vulnerables.
Pablo Silva Cornú