Ex Cancilleres reiteran críticas a Piñera por restarse de Pacto Migratorio

El Presidente de la República, Sebastián Piñera, debilita y politiza la política exterior chilena al restarse de la suscripción del Pacto Mundial para una migración segura, ordenada y regular, y al argumentar en la forma que lo hace.

El Presidente Piñera se equivoca al sostener que el Pacto de Marrakech “incentiva la inmigración irregular” y “limita el derecho soberano de todo Estado” a decidir sobre su política migratoria.

Es exactamente al revés. El Pacto de Marrakech, que no es un tratado y que corresponde a “un marco de cooperación no vinculante jurídicamente” (punto 7), consciente de “los riesgos que entraña la migración irregular” (punto 10), establece 10 principios y 23 objetivos destinados precisamente a fomentar e incentivar la migración regular y minimizar los factores adversos y estructurales que obligan a las personas a abandonar su país de origen.

Es más. Expresamente afirma que “los estados tienen el derecho soberano a determinar su propia política migratoria” (punto 15, letra c), lo que incluye “el estatus migratorio regular e irregular”.

En una declaración pública anterior deploramos la decisión del presidente Piñera de restarse a la suscripción del Pacto de Marrakech. Ahora queremos añadir y afirmar que, sin perjuicio de que corresponde al Presidente de la República la conducción de la política exterior, en este caso el presidente Piñera ha actuado sin consideración a la política de Estado, de unidad y consenso que ha caracterizado a la política exterior chilena a través de su historia, haciendo prevalecer otro tipo de consideraciones.

La vocería del Ministerio del Interior en desmedro de la posición del Ministerio de RREE, la forma sorpresiva, improvisada, errática e inconsulta de actuar y argumentar, y la existencia de encuestas de opinión que por primera vez demuestran que la mayoría de la opinión pública desaprueba al gobierno del presidente Piñera, han sido algunos de los rasgos y el contexto en que se ha tomado esta decisión.

Lo más grave de todos es que en toda su actuación y en su declaración pública ante el país y la comunidad internacional el presidente Piñera no ha dicho una sola palabra ni incluido una sola línea sobre la situación de más de 1 millón de chilenos y chilenas que viven en el exterior en calidad de migrantes.

El Pacto de Marrakech, que coloca a las personas en el centro de la atención, coincide con los 70 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), que establece el derecho humano a la migración (cuestión que el Ministerio del Interior, en su primera declaración, desconoce por completo): “Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, y a regresar a su país”.

En el mundo se calcula que hay 258 millones de personas migrantes (los migrantes son personas). En el caso de América Latina y el Caribe hay 30 millones de personas que viven fuera de su país de origen. Desde el año 2000, más de 60.000 migrantes han muerto en sus desplazamientos, lo que es una fuente de vergüenza colectiva.

Desgraciadamente nuestro país, contrariando toda una historia de política exterior construida sobe la base de la unidad y el consenso, entendida como una política de Estado y no de gobierno, se ha colocado al margen del empeño civilizatorio de una nación digna, como la nuestra, pasando a engrosar un club de países empeñados en destruir el multilateralismo, entendido como uno de los principios de la política exterior chilena y de las relaciones internacionales en el mundo global.

Como ex Cancilleres de la República de Chile, por una cuestión de coherencia y de dignidad, no hemos podido permanecer en silencio frente a una decisión que debilita y politiza la política exterior chilena y que nos pone al margen de los principios y empeños civilizatorios de nuestra política exterior.

Soledad Alvear
José Miguel Insulza
Mariano Fernández
Carlos Figueroa
Heraldo Muñoz
Juan Gabriel Valdés
Ignacio Walker

Santiago, 15 de diciembre de 2018

Ver primera declaración de los ex cancilleres aquí

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